La Real
Academia Española define pusilánime como una persona con “falta de ánimo y
valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas.” Ese es precisamente el calificativo, aparte
de otros que no puedo repetir aquí, que les corresponde a Don Luis Guillermo Solís
y su “equipo de lujo.” No había que ser
un experto para concluir que la “la madre de todas las huelgas” convocada por
los sindicatos públicos fue un rotundo fracaso.
La administración de Don Luis Guillermo Solís, en su infinita estupidez,
prefirió mostrarse conciliatoria con los sindicatos públicos, que hicieron una huelga
general para proteger sus desvergonzados “salarios y beneficios de lujo”, en
vez de haber usado el fracaso de la huelga para dictarle términos a los
sindicatos.
En el
primer acuerdo, la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió las
patas” a los sindicatos y le dará prioridad al proyecto de ley #19,312 [1]. Dicho proyecto quiere establecer unilateralmente
un “salario mínimo” basado en ideologías socialistas, en vez de que los
patrones y los trabajadores del sector público (en conjunto con el MTSS) sean
los que acuerda el salario mínimo. Dicho
proyecto de ley está inspirado en un proyecto que los socialistas implementaron
en Venezuela y que terminó aumentando exponencialmente el desempleo porque el
salario mínimo no estaba ligado a las necesidades del mercado laboral.
En el segundo
acuerdo, nuevamente la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió las
patas” a los sindicatos y le dará prioridad al Convenio 184 de la Organización
Internacional de Trabajo (OIT); “Convenio Relativo a la Seguridad y la Salud en
la Agricultura.”
En el
tercer acuerdo, otra vez la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió
las patas” a los sindicatos y se compromete a hacer algo que no le corresponde. El Poder Ejecutivo no tiene potestad para promover
una mesa de diálogo entre la CCSS, Patria Justa, y demás organizaciones
sociales para resolver la situación actual y futura del Régimen de Pensiones de
Invalidez, Vejez, y Muerte; el reglamento de incapacidades a nivel nacional; y
la Salud Ocupacional.
En el cuarto
acuerdo, una vez más la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió las
patas” a los sindicatos y se compromete a hacer algo que no le corresponde. El Poder Ejecutivo no tiene potestad para revisar
“los planteamientos jurídicos relacionados con el pronunciamiento de la
Dirección Jurídica del MTSS #DAJ-AE-237-15, fechado 14 de setiembre 2015, a fin
de valorar los argumentos expresados por el colectivo Patria Justa, que se
formalizarán por escrito.” El Ministro
de Trabajo, Víctor Morales, está tratando de eliminar las 27 convenciones
colectivas que existen hoy en día y desangran las arcas del gobierno, mientras
que la administración de Don Luis Guillermo Solís quiere “analizar” dicha
medida para ver como la anula.
En el quinto
acuerdo, de nuevo la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió las
patas” a los sindicatos y se compromete a buscar la forma de que la ARESEP dé
marcha atrás a la resolución en la que se prohíbe el cobro de las convenciones
colectivas en el cálculo de los precios que pagamos los costarricenses por bienes
y servicios públicos. En otras palabras,
Don Luis Guillermo Solís nos obligara a pagar los beneficios de las
convenciones colectivas de RECOPE a través del precio de los combustibles.
En el sexto
acuerdo, nuevamente la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió las
patas” a los sindicatos y valida como legítimas y vinculantes las decisiones
tomadas entre el Poder Ejecutivo, JAPDEVA, y SINTRAJAP. En otras palabras, si el Poder Ejecutivo, JAPDEVA,
y SINTRAJAP llegan a un acuerdo, ellos “se pueden pasar por el rabo” las decisiones
establecidas por el Poder Legislativo y Judicial. ¡Es así de simple!
En el séptimo
acuerdo, una vez más la administración de Don Luis Guillermo Solís “le abrió las
patas” a los sindicatos y se comprometió a gastar “billones de colones” y
endeudarse aún más de lo que está, para comprar equipo de montacargas para el
puerto de Limón y que el sindicato SINTRAJAP pueda competir con APM Terminals.
El octavo acuerdo,
los sindicalistas se comprometieron a levantar la huelga y llamar a los
trabajadores a retomar nuevamente las labores y “exhorta” a abstenerse a
convocar movimientos similares. En otras
palabras, la pusilánime administración de Don Luis Guillermo Solís “se abrió de
patas” y concedió todo lo que los sindicatos públicos querían lograr a cambio
del fin de una huelga que claramente fracasó e iba a ser declarada ilegal al día
siguiente. Así que nos vemos en la
marcha del 8 de Noviembre para demostrarle al gobierno quine manda en el país.
Su
servidor;
Steven J.
Caamaño
Fuentes:
[1] http://www.asamblea.go.cr/Centro_de_Informacion/Consultas_SIL/Pginas/Detalle%20Proyectos%20de%20Ley.aspx?Numero_Proyecto=19312
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