Por Steven J. Caamaño | 25 Junio 2014
Hay personas que justifican los fracasos del desahuciado comunismo y el nocivo socialismo, a través de la historia, alegando que “el verdadero comunismo o socialismo nunca han sido implementados...” ¿Concuerda usted con ellos? ¡Por supuesto que no! Una “expresión pura e incorrupta del comunismo, del socialismo, o del capitalismo jamás ha existido” aquí o en cualquier parte del mundo. Dichas utopías solo existen en las mentes de políticos idealistas y estudiantes universitarios; los cuales las defienden alegando que “la versión ideal de mi sistema es mejor que la versión no-ideal de su sistema...” Nuevamente le pregunto, ¿concuerda con ellos? ¡Claro que no! Es más, cuando a estas personas se les presenta la evidencia que demuestra el fracaso del comunismo y el socialismo, se defienden alegando que “el comunismo y el socialismo son maravillosos en teoría, pero atroces en la práctica…” Lo cual me hace preguntarles lo siguiente: ¿Si la teoría detrás del comunismo y el socialismo es tan maravillosa, por qué los resultados son tan desastrosos? La respuesta es simple, porque la teoría detrás del comunismo y el socialismo es tan pésima como en la práctica, una vez que entiendes la teoría y dejas de confundirla con solidarismo y humanismo.
Comparar el capitalismo con el comunismo y el socialismo es un ejercicio en bisutería intelectual. Pero, lo que si podemos hacer es ver cómo ha operado el comunismo y el socialismo en el mundo, basados en lo que el comunismo y el socialismo hizo o continua haciendo en el mundo, no lo que los comunistas y los socialistas les gustaría que hiciera... Por ejemplo, el gobierno comunista cubano alega que no tiene prisioneros políticos, pero las agencias de los derechos humanos estiman que aproximadamente medio millón de cubanos han sido arrestados desde 1959 y que miles de ellos han sido asesinados. En la Cuba de Castro, es un crimen reunirse para discutir la economía, escribir cartas al gobierno, reportar el acontecer político de la isla, conversar con reporteros extranjeros, luchar por los derechos humanos, o visitar a familiares y amistades fuera de tu área de residencia sin el permiso del gobierno por ejemplo. Los cubanos son arrestados sin órdenes de arresto y juzgados por “no denunciar a otros ciudadanos”, por “peligrosidad general”, o por “crimines en contra del estado” entre otros delitos. ¡Claro, la propaganda cubano dice todo lo contrario y nos asegura que los cubanos viven en el paraíso!
La diferencia fundamental entre el comunismo y el socialismo y el capitalismo reside en cómo se calcula el valor económico. En una economía de libre comercio, los bienes y servicios que usted ofrece cuestan lo que usted pueda cobrar por ellos. En otras palabras, los cirujanos no tienen los salarios más altos dentro de la profesión médica debido a su gran inteligencia, experta habilidad, o extensa educación; aunque atributos son extremadamente importantes. Los cirujanos tienen los salarios más altos debido a que sus servicios son altamente valorados por las personas que los requieren. ¡Es así de simple! En una economía socialista, sus proponentes infunden “moralidad” en el proceso de fijación de precios para los bienes y servicios. En otras palabras, los socialistas se han obsesionado con una plétora de métodos moralistas para calcular el valor económico de los bienes y servicios y que no tiene nada que ver con el principio de suministro y demanda. En resumen, mientras que las economías capitalistas construyen sociedades humanas y prosperas basadas en principios económicos anti-morales (como el suministro y demanda), las economías comunistas y socialistas construyen sociedades inhumanas que explotan a la gente basadas en principios económicos tergiversados por una moralidad falsa.
Fuente:
The Politically Incorrect Guide to Socialism by Kevin D. Williamson
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