Por Steven
J. Caamaño | 7 Diciembre 2015
El triunfo
de la oposición democrática en Venezuela es motivo de celebración en toda
Latinoamérica. ¡Pero, basado en un artículo de Andrés Oppenheimer, la
efectividad de una mayoría democrática en la Asamblea Nacional está por verse!
¿Por qué? Porque, una vez que la atención internacional se aleje de Venezuela
en las próximas semanas, es muy probable que el régimen socialista de Venezuela
realice un “golpe de estado postelectoral.” Por esta razón, no nos debiera extrañar
que el régimen socialista acepte tan ecuánimemente su derrota en las elecciones
legislativas. En mi opinión, Nicolás Maduro planea quitarle el poder a la nueva
Asamblea Nacional democrática de la misma forma que le ha quitado el poder a la
oposición en otros ámbitos nacionales.
Recordemos
que el régimen socialista de Venezuela aceptó su derrota en las elecciones
municipales del 2008 y, unas semanas después, reescribió las leyes con el fin
de anular los logros políticos que la oposición ganó democráticamente. Cuando
el líder de la oposición, Antonio Ledezma, ganó las elecciones del 2008 y se
convirtió en el alcalde de Caracas (una posición considerada casi tan
importante como la presidencia del país); la Asamblea Nacional (controlada por
Hugo Chávez) anunció la creación de un nuevo "Distrito Capital"
paralelo a la alcaldía, nombró un alcalde (paralelo a Ledezma) y leal a Chávez,
y transfirió la mayor parte del presupuesto de la alcaldía de Caracas al nuevo
distrito de Caracas. En otras palabras, la oposición fue neutralizada
instaurando un gobierno paralelo.
El régimen
socialista puede intentar hacer algo parecido, creando una nueva institución
legislativa para suplantar al actual Congreso. ¿Lo duda? ¡Les recuerdo que ya
existe una ley que le permitiría a Maduro hacerlo! En el 2010, Hugo Chávez
aprobó lo que se conoce como la "ley de Poder Popular", la cual
permite la creación de un sistema de elección (de estilo cubano) con 18,000
"comunas" que “ejercerían el poder directo" y anularían las
acciones de la Asamblea Nacional. Cuando esta ley fue aprobada, nadie le prestó
mucha atención porque sonaba demasiado exagerada. Pero, la ley existe y podría
ser utilizada por Nicolás Maduro para anular el poder de la Asamblea Nacional
con un nuevo cuerpo legislativo controlados por el gobierno. Eso es lo que
muchos de nosotros tememos…
Tenga por
seguro que Nicolás Maduro primero intentara sobornar a los legisladores de la
oposición o creara cargos criminales falsos en contra de los mismos, con el fin
de eliminar opositores y mantener su control de la Asamblea Nacional. Dichas
tácticas serian menos costosas y más rápidas para Maduro, que implementar un
nuevo cuerpo legislativo paralelo... Si eso falla, lo cual va ser muy factible,
Maduro recurrirá a la "ley de Poder Popular " y creará una nueva
"Asamblea Nacional popular" que sea leal a él. Gracias a Dios, esta
vez las probabilidades están en contra de Maduro, debido a que su popularidad
se desplomó en el país, tiene familiares políticos metidos en una cárcel
estadounidense por narcotráfico, y no tiene más petrodólares para comprar el
apoyo de gobiernos extranjeros.
Su servidor;
Steven J. Caamaño
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