Por Steven J. Caamaño | 12 Abril 2016
Andrés Oppenheimer, un destacado columnista del Miami Herald (USA), se entrevistó con los jefes de departamento latinoamericano de las tres principales instituciones internacionales que monitorean la economía de la región y salió bastante deprimido. Los jefes del departamento de América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas “pronosticaron que la economía de la región no crecerá en 2016” y “será el quinto año consecutivo sin crecimiento en la región.” Específicamente, “América del Sur va a tener un mal año, mientras que América Central y México van a tener un año algo mejor” [1]. Permítanme explicarles las razones detrás de dichas predicciones…
Por un lado, “la razón principal del declive económico de la región [sur] es el colapso de los precios de las materias primas, de los cuales Sudamérica depende para una buena parte de sus ingresos” [2]. “Aunque ni el FMI ni el Banco Mundial lo dicen tan crudamente, muchos gobiernos sudamericanos despilfarraron la mayor bonanza de sus exportaciones de materias primas en la historia reciente en un festín populista - y repleto de corrupción - que dejo a sus países quebrados” [2]. Por ejemplo, “Venezuela, cuya economía se derrumbó entre un 7 y un 10 por ciento el año pasado, se contraerá en un porcentaje similar este año” [1]. “La inflación en Venezuela alcanzó un 270 por ciento en 2015, y ‘puede continuar moviéndose hacia arriba en forma explosiva.’ El FMI dará a conocer sus pronósticos oficiales en los próximos días, y se espera que estimen la inflación de Venezuela en más del 500 por ciento para el 2016” [1].
Por otro lado, “América Central y México se beneficiarán de sus estrechos vínculos con Estados Unidos, cuya economía está mejorando” [1]. ¿Por qué? En mi opinión, Costa Rica está saliendo adelante por dos razones fundamentales. Primero, porque Costa Rica no cuenta con un gobierno socialista (aunque Don Luis Guillermo Solís llegó al poder gracias a una campaña electoral populista). Segundo, porque tenemos un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, Centroamérica, y el Caribe que “nos ha salvado la tanda” (como decimos por aquí). El mismo TLC que los comunistas y socialistas costarricenses en el partido izquierdista Acción Ciudadana (PAC) y el partido socialista Frente Amplio (FA) trataron desesperadamente de frenar y que actualmente está transformando y modernizando nuestra fuerza laboral. La necesidad de personal que sea bilingüe, educado académicamente, y mejor capacitado profesionalmente crece cada día más.
Aunque nuestra actual administración pública es una absoluta vergüenza y una oda a la ineptitud, me tranquiliza (“un poquito”) saber que no estamos tan mal y vamos caminando en la dirección correcta. Nuestros retos radican, no en la ruta macroeconómica en la que estamos, sino en la calidad y la eficiencia de la administración pública. El gobierno necesita despedir a miles de ineptos y holgazanes que no son idóneos para sus puestos, eliminar las convenciones colectivas o hacer que los sindicalistas sean los que pagan por sus convenciones colectivas, y reducir los impuestos y cobrar los que quedan como se debe. Esto es precisamente lo que nuestro presidente y los comunistas y socialistas en los sindicatos públicos no quieren hacer.
Su servidor;
Steven J. Caamaño
[2] http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-oppenheimer-es/article70848047.html
[1] http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-oppenheimer-es/article55080805.html
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