Por Steven J. Caamaño | 21 Diciembre 2014
Los costarricenses sabemos dos cosas con certeza. Primero, que la administración pública ha sido y sigue siendo excesivamente burocrática, ineptita, improductiva, y corrupta. Segundo, que necesitamos y merecemos un cambio de gobierno que excluya a los “corruptos de siempre” del Partido Liberación Nacional (PLN) y a los “corruptos por venir” del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Pero, en vez de votar de una forma objetiva y bien informada por Don Sergio Mena en las elecciones anteriores (quien sí era un verdadero cambio para el país), los costarricenses votaron de una forma tonta y poco informada por el partido izquierdista Acción Ciudadana (PAC) y sus aliados del partido socialista Frente Amplio (FA) con tal de tener un cambio de trayectoria en el gobierno. Pero el cambio que lograron, debido a su odio por el PLN y el PUSC y falta de información, no fue el que esperaban.
Los cambios que prometió Don Luis Guillermo Solís durante la campaña, no se referían directamente a la eliminación de los muchos vicios en la administración pública, se referían indirectamente a un lento e imperceptible cambio hacia el socialismo del siglo XXI de sus nocivos aliados del FA y sus camaradas en los sindicatos. Parte del convenio o compromiso que hizo con los comunistas y socialistas costarricenses a cambio de sus votos durante la segunda ronda electoral. Por ejemplo, la Reforma Procesal Laboral introducía cambios necesarios al Código de Trabajo, eso todos lo sabemos, pero también tenía “lagunas legales” que Don Luis Guillermo Solís no resolvió antes de levantar el veto [1]. En otras palabras, a Don Luis Guillermo Solís no le importó corregir dichas “lagunas legales” antes de levantar el veto, porque dichos errores en el texto de la reforma beneficiaban a sus aliados en los sindicatos [2] [3].
La mejor analogía que les puedo dar del cambio que tenemos en frente de nosotros, debido al PAC y FA, es la “analogía de la rana y la olla de agua hirviendo” [4]. Si usted tira una rana a una olla de agua hirviendo, la rana va a brincar inmediatamente de la olla porque se está quemando. Pero, si usted pone a la rana en la olla cuando el agua esta fría y comienza a calentar el agua lentamente, la rana se quedara en la olla hasta que muere hervida en ella. En otras palabras, si el PAC y FA pretenden cambiar al país en una república socialista de la noche a la mañana, van a fracasar. Pero, si el PAC y FA van haciendo los cambios hacia una república socialista poco a poco, van a triunfar. Nosotros estamos listos para cambios repentinos que amenacen nuestro bienestar común, no para los cambios lentos y graduales. ¡Exactamente eso fue lo que pasó en Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador entre otros!
Es importante que ustedes entiendan que cualquier cambio impulsado por el PAC y FA puede producir consecuencias tanto deseables como indeseables. Lamentablemente, las consecuencias van a ser “más indeseables que deseable”, si les permitimos hacer lo que el PAC y FA quieran sin nuestra pacífica y firme intervención. Actualmente atravesamos por una crisis en nuestro país, debido a la administración pública, y dicha crisis ha deteriorado la capacidad de razonar y pensar objetivamente de muchos costarricenses. Este momento en nuestra historia “nos exige es una redefinición de nosotros mismos, un redescubrimiento de significado, y una renovación de nuestro compromiso con lo que hayamos elegido como lo más importante de nuestra vida” [4]. Ya es hora de que se responsabilice por su país y tome cartas en el asunto de una forma pacífica, firme, bien informada, y dedicada.
Su servidor;
Steven J. Caamaño
Fuentes:
[1] http://www.crhoy.com/presidente-levante-el-veto-a-reforma-procesal-laboral/
[2] http://www.crhoy.com/empresarios-enfilan-criticas-contra-la-reforma-procesal-laboral/
[3] http://www.crhoy.com/que-es-la-reforma-procesal-laboral-y-por-que-insisten-tanto-los-sindicatos/
[4] http://www.gestiopolis.com/canales5/comerciohispano/64.htm
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