No hay que
ser un experto para saber que, si alguien oculta su cara o su identidad, es
porque no quiere ser reconocido. ¿Entonces,
quiénes quieren ocultar su cara o su identidad? En mi opinión, los comunistas y socialistas en
los sindicatos y en los partidos Acción Ciudadana (PAC) y Frente Amplio (FA). ¿Por qué?
Porque si son reconocidos como los impulsadores de la protesta que
demanda la renuncia del presidente, no lograrían su objetivo. ¿Cuál es su objetivo? No hay que pensar mucho para llegar a la conclusión
de que el objetivo de los izquierdistas es el de crear una protesta paralela
que atenta contra nuestros valores democráticos, con el fin de desacreditar la protesta
organizada por “Ya no más RECOPE” y confundir a los costarricenses menos
informados.
Recordemos que
los únicos que tienen que perder con la protesta organizada por “Ya no más RECOPE”
son, precisamente, los sindicalistas. ¿Por
qué? Porque el pusilánime gobierno de Don
Luis Guillermo Solís no le quedaría más remedio que acatar el clamor de sus
ciudadanos si las marchas, como la del 8 de Noviembre, continúan y crecen.
Su
servidor;
Steven J.
Caamaño
http://laizquierdacostarricense.blogspot.com/
https://www.facebook.com/lanocivaizquierdatica
Propuesta Irresponsable
Editorial
La Nación | 3 Noviembre 2015
·
Un grupo de personas convoca,
mediante las redes sociales, una manifestación frente a la Casa Presidencial
para exigir la renuncia del mandatario Luis Guillermo Solís
·
La coincidencia de fecha entre el
desafortunado llamado a esa protesta y el del movimiento “Ya no más RECOPE”
obliga a pensar mal
Bajo el
velo del anonimato, un grupo de personas convoca, mediante las redes sociales,
una manifestación frente a la Casa Presidencial para exigir la renuncia del
mandatario Luis Guillermo Solís. En un país de hondas raíces democráticas y
gran fortaleza institucional, el irresponsable desaguisado no tendrá éxito.
Más allá de
las opiniones sobre el desempeño de este y cualquier otro gobierno, los
costarricenses somos fieles a nuestras instituciones. Comprendemos el valor de
la democracia para la vida civilizada y solo conocemos el cambio por el camino
de las urnas, bien vigilado por el Tribunal Supremo de Elecciones. La
presidencia y el presidente no son lo mismo, a diferencia de la monarquía
clásica, donde el rey y la corona se fundían en una sola cosa. El presidente deja
el poder cumplido el periodo constitucional, pero la presidencia permanece
intacta, no importa el desempeño de quien la haya ocupado, siempre en forma
temporal.
El llamado
a la manifestación extremista está condenado al fracaso y apenas merecería
comentario, pero brinda la oportunidad de reafirmar el compromiso con la
institucionalidad y la permanente decisión de defenderla. El presidente lo
calificó de “despropósito” y se quedó corto. Es una grave irresponsabilidad,
aunque no llegue a tener consecuencias.
La fecha de
la convocatoria, 8 de noviembre, llama la atención. Ese mismo día, el grupo “Ya
no más RECOPE” hará una manifestación, muy diferente en método y objetivos. En
el estricto marco de la institucionalidad democrática, los dirigentes de este
último movimiento dan la cara y convocan un ejercicio del derecho fundamental a
la protesta, no con la intención de subvertir el orden constitucional, sino de
expresar agravios relacionados con el manejo de asuntos públicos específicos.
Manifestaciones
como la de “Ya no más RECOPE” y otras que pudieran surgir, no importa su
orientación, son una importante práctica de civismo, equilibrado y pacífico,
frente al extremismo de la convocatoria anónima, cuyos impulsores proponen
imitar a Guatemala y Ucrania, sin reparar en las grandes e históricas
diferencias entre esos países y el nuestro.
La
coincidencia de fecha entre el desafortunado llamado a la manifestación ante la
Casa Presidencial y la convocatoria de “Ya no más RECOPE” obliga a pensar mal.
Cuando la invitación extremista comenzó a circular, la fecha fijada para la
protesta de “Ya no más RECOPE” era bien conocida. Además, este último
movimiento demostró, no hace mucho, capacidad de reunir a un importante grupo
de ciudadanos.
La cita a
una manifestación, en la misma fecha, para pedir la renuncia del presidente,
puede tener el inconfeso interés de crear confusión, aprovechar el poder de
convocatoria de “Ya no más RECOPE” para promover el desorden o, simplemente,
dividirlo. En cualquier caso, es preciso estar atentos al uso de las redes
sociales con semejantes fines.
El
anonimato proporcionado por la Internet auspicia el abuso. Los organizadores de
la protesta frente a la Casa Presidencial ofrecen razones irrisorias para no
dar la cara. Según dicen, el propósito es garantizar su seguridad e integridad
física debido a “varias amenazas”. Pero los organizadores de “Ya no más RECOPE”
y los de otras protestas de diferente signo no temen revelar sus identidades en
un país donde la violencia política siempre causa repudio.
Tampoco la
prensa nacional, frente a muy públicas amenazas, ha dejado de formular
lealmente sus críticas y denuncias. Ese es el camino costarricense y no debemos
abandonarlo, precisamente, para no imitar a Guatemala o a Ucrania.
Fuente:
http://www.nacion.com/opinion/editorial/Propuesta-irresponsable_0_1522047787.html
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